Portafolio de talentos. Un camino hacia la inclusión
Existe en educación una tradición, que casi siempre nos ha llevado, a usar la evaluación e informes de nuestros alumnos para el descubrimiento de sus dificultades y limitaciones: “ le cuesta hacer , no saben, tiene dificultad para ”.
La visión médico-rehabilitadora y el modelo centrado en el déficit de la educación, nos ha orientado constantemente en una dirección negativa.
Cuando comenzamos a caminar hacia la inclusión frases como “no es capaz”, se derrumban para dar lugar a un cambio de mirada que nos permite ver capacidades y fortalezas donde otros ven limitaciones.
Con el portafolio de talentos partimos de la idea de que todos nuestros alumnos tiene puntos fuertes, capacidades y aspectos que dominan, que nos van a servir de base para un aprendizaje personalizado. ¿Por qué no empezar este nuevo curso construyendo un portafolio de talentos? Conozcamos las fortalezas de nuestros alumnos, sus capacidades, intereses, motivaciones, hábitos de estudio, estrategias de aprendizaje, preferencias de agrupamiento…
El modelo social en el que se mueve la educación inclusiva habla de eliminar barreras para crear contextos acogedores y seguros, que garanticen el aprendizaje de todo el alumnado. Cuanto mejor conozcamos a nuestros alumnos, más fácil será que les comprendamos, empaticemos con ellos, despertemos sus intereses y potenciemos su aprendizaje.
El portafolio de talentos nos va ayudar a diseñar entornos de aprendizaje flexibles, ajustar materiales y actividades para poder incluir a todo el alumnado. Centrarnos en el perfil de las fortalezas de todos nuestros alumnos nos va abrir una puerta a múltiples estrategias educativas para poder crear aulas diversificadas.
El reto actual de nuestro sistema educativo, es proporcionar una educación equitativa que parta del punto en que se halla cada uno de los alumnos, aceptando que todos los alumnos son diferentes y que se debe potenciar al máximo sus talentos. La diversidad en el aula es la norma y esta no es compatible con un aula homogénea en la que se trabaja lo mismo, de la misma forma, en el mismo espacio y al mismo tiempo.
Si queremos resultados diferentes simplemente tendremos que hacer las cosas de forma distinta.
La personalización del aprendizaje no es un fin, sino un medio para que las escuelas promuevan una educación para la vida, una educación que ayude a todos y cada uno de los alumnos y alumnas a ser competentes. Para conseguir este propósito, tenemos que empezar a construir personas por cimientos sólidos; y esos cimientos son sus fortalezas, sus capacidades, sus destrezas, sus talentos, sus habilidades preferentes.
Si quieres información sobre nuestro curso online de “Estrategias para atender la diversidad en el aula” entra aquí